Miguel de Cervantes y Camilo José Cela serán dos de los protagonistas
culturales durante este año 2016, ya que se celebra el cuarto
centenario de la muerte de Cervantes y el primer centenario del
nacimiento de Cela. En esta entrada hablaremos de los actos
conmemorativos para recordar la figura de Cervantes.
A finales del año pasado comenzaron ya algunos actos para la
conmemoración del 400 aniversario de la muerte de Cervantes. Un ejemplo
es la exposición fotográfica de José Manuel Navia llamada Miguel de
Cervantes o el deseo de vivir. En ella podemos encontrar reflejados los
lugares en los que estuvo Cervantes por diferentes circunstancias.
Lepanto, Argel, Lisboa, Nápoles, Alcalá de Henares, Madrid, Toledo o las
planicies de La Mancha nos demuestran la itinerancia vital del escritor
y su influencia en la creación de ambientes, personajes y acciones que
encontramos en sus obras. La exposición, abierta hasta marzo de 2016 en
la sede central del Instituto Cervantes, viajará después a varias
poblaciones españolas como Almagro, Málaga, Cuenca o Toledo. Además,
habrá una versión reducida de la exposición, que ya ha comenzado su
recorrido por diferentes centros del Instituto Cervantes en el mundo.
Actualmente, se encuentra en São Paulo (Brasil), donde permanecerá
abierta hasta el próximo 31 de enero. Por otro lado, la misma
institución nos invita a visitar la exposición Miguel en Cervantes en la
Casa Natal de Cervantes de Alcalá de Henares, una muestra en la que se
conoce al escritor a través de sus personajes literarios; en este caso,
se han escogido los del entremés El retablo de las maravillas, ya que
muestra semejanzas entre lo que se desarrolla en la obra literaria con
la vida del escritor.
Otro de los lugares donde vivió y se inspiró el autor madrileño para
crear su obra literaria es Esquivias. En este municipio de Toledo,
Cervantes conoció en 1584 a la que sería su esposa, Catalina de
Palacios, una joven de 19 años con la que no tuvo descendencia. Allí se
alojaron en la casa de un pariente lejano de Catalina, Alonso Quijada de
Salazar, nombre, y al parecer también carácter, que le serviría al
escritor para configurar el personaje protagonista de El Quijote.